lunes, 11 de octubre de 2010

Courtney: "Desenfundar una pistola es lo más fácil"

Uno de los mejores momentos del día cuando trabajaba en un pub en Londres era cuando venía Courtney a tomarse su vodka con zumo de naranja a eso de las 12 del mediodía. Poco a poco venía más menudo, casi cada día, y empezó a venir también por las tades.

Courtney es un hombre de mediana edad, de unos 50. Inglés y negro, siempre explica que odia que la gente le pegunte de dónde son sus padres. Cuando era joven, su familia decidió volver a Jamaica por un tiempo. "Me fui de Southampton a La Coruña, de ahí a Vigo, después a Caracas, después a Trinidad, y de ahí a Kingsland, la capital de Jamaica", y tres años después hizo el mismo camino pero a la inversa.

Vive en Hackney, uno de los barrios muliculturales por excelencia, y la gente piensa que está loco. Yo creo que está buscando su manera de estar en el mundo. Se pasa la mañana paseando y riéndose sólo, y se saluda cuando se ve en los espejos. También le gusta echar carreras con los coches. Cuando tenía que recoger vasos en la calle, me acompañaba tapándome con su abrigo o con su paraguas. Yo le decía cuando se reía de repente, "me gustaría saber qué te hace tanta gracia" y siempre respondía con algo que no tenía que ver, una larga historia contando lo que tenía la necesidad de explicar.

Lleva el pelo y la barba largos, con sus bien pobladas canas decorando aquí y allá. Me enseñó una foto de su pasaporte. "Este era yo hace treinta años". Casi irreconocible, con el pelo cortito y sin el paso de los años en su rostro. Era muy atractivo. "¿Por qué te dejaste el pelo largo y la baba?", le pregunté. "La gente no paraba de mirarme. No sé, creo que me confundían con alguien", dijo y comenzó a reir muy sonoramente con carcajadas enlazadas.

Un día comenzó a explicar: "Mao Tse Tung observó diferentes países, reflexionó sobre el mundo y dictaminó: 'Political power grows out of the barrel of a gun', el poder político surge del cañón de un arma. No pensar es lo más fácil, lo más rápido. Tienes una discusión y desenfundar una pistola es un segundo, no requiere ningún esfuerzo... pero todos deberíamos pensar un poco. A mí me gusta pensar".

Y creo que fue una enseñanza muy grande. En una sociedad que se mueve por la rapidez, en la que todo lo queremos en el momento y sin esfuerzo, quizá la única manera de cambiarlo, de conseguir paz, es reflexionando, no actuando por impulsos. Es natural sentir enfado, agresividad... pero hay que contar hasta diez y hallar la manera correcta de canalizarlo.

No conseguí volver a quedar con él, después de que el Ayuntamiento cerrase el pub de un día para otro... ¡Menuda aventura! Me hubiera gustado continuar esas conversaciones en las que poco a poco iba quitando capas y descubriendo lo profundo que hay en él. Y me hubiera gustado que me dijese una canción que le guste para ponerla aquí. A falta de ello, pondré una que nos hacía mucha gracia cuando por la mañana limpiaba el bar y él venía a lavarse las manos. De pronto sonaban tres nots de un canción, él me miraba serio y me decía: "What do you want?". Entonces yo empezaba a cantar y él, de nuevo, se reía a carcajadas.

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